Un festival por la diversidad sexual, afectiva y de género en la ruralidad
La Gavella Col·lectiva Autogestionada
Una tarde aún veraniega nos reencontramos. Algunas de nosotros veníamos hacía poco del AgroCuir en Galicia. Muchas estábamos rehaciendo nuestros proyectos vitales en espacios rurales, con sueños de convivencia comunitaria. Estábamos allí, juntas de nuevo y expectantes por escuchar la propuesta.

Concierto vermut con Raquel Cruces en el Molino Puerto. Foto: Raquel Fontanal

Teatro de títeres con Hydra Teatre en la plaza de la Ermita. Foto: Raquel Fontanal
Hacía tiempo que no coincidíamos todes y sentíamos la necesidad de volver a juntarnos, de retomar la actividad de aquello que, para muchas, había sido tanto un espacio de calidez como una escuela política. Éramos un grupo de personas que habíamos compartido años de militancia en Ingeniería Sin Fronteras València. Fue allí donde se sembraron las semillas que todavía permanecen como parte de nuestra esencia: la defensa del territorio, el agua, la energía, la economía solidaria y la lucha por la soberanía alimentaria. Tras años de mucha actividad, cansadas de los ritmos y la dependencia de las administraciones, aquel grupo de personitas dimos forma a La Gavella Col·lectiva Autogestionada. Hoy, escribiendo con las amigas de la Revista Soberanía Alimentaría, no queremos dejar de recordar aquellos primeros mercados agroecológicos en la UPV, el acompañamiento al grupo de consumo de Vera, y otras muchas acciones donde sus revistas acompañaban y daban color y sentido político a todo aquello.
«¿Y si hacemos un AgroCuir en el País Valencià?». Esta asamblea se alargó mucho. Muchos nervios, muchos sueños y también mucho miedo, pero allá que íbamos: a construir juntes lo que sería la primera edición del Serrana Cuir.
¿Por qué un festival sobre ruralidad y diversidad sexual y afectiva?
El festival Serrana Cuir nace con la voluntad de ser un acontecimiento comunitario que reivindique y celebre la diversidad sexual, afectiva y de género en el entorno rural. Se inspira en la experiencia del Festival AgroCuir da Ulloa, un acontecimiento intergeneracional y abierto a todo el mundo que, desde el pueblo de Monterroso (Lugo), pone en el centro la lucha LGTBIQ+, el ecologismo, el feminismo y el respeto a la diversidad. Desde que el AgroCuir da Ulloa levantó el vuelo en 2012, otros colectivos han replicado esta propuesta en diferentes puntos de la geografía rural, generando una red de festivales con una misma esencia. Así han surgido iniciativas como el VeraCuir, en la comarca de Vera (Extremadura), o el CamerosCuir, que, a la vez que Serrana Cuir, empezaba a tomar forma en La Rioja.
Muchas de las personas que formamos parte de La Gavella vivimos en pueblos de la Serranía, y algunas trabajamos allí. Algunas de nosotras, años atrás, sentimos la necesidad de huir a la ciudad para encontrar personas afines y espacios donde poder ser como somos. Pero también hemos sufrido en la propia piel las violencias que la urbanidad capitalista ejerce sobre nuestros cuerpos, nuestros ritmos y nuestros proyectos de vida. Como personas queers, vemos la necesidad de generar espacios amables, respetuosos y diversos en los lugares que habitamos o queremos habitar, además de crear espacios culturales donde celebrar que la ruralidad es diversa. Esto es, también, un acto de memoria y puesta en valor de todas aquellas personas que han luchado por los derechos que hoy podemos disfrutar, así como un compromiso con todo lo que todavía nos queda por reivindicar. Además, es una responsabilidad colectiva hacia las nuevas generaciones, que continúan sufriendo rechazo en casa, en las escuelas, en los puestos de trabajo o en la calle por el simple hecho de no encajar en la norma cisheteropatriarcal y monógama.
Desde el principio, lo tuvimos claro: apostamos por crear un festival abierto, gratuito y autogestionado destinado a todas las personas del pueblo, otros pueblos de la Serranía y para cualquier persona que habite entornos rurales o urbanos y se sienta identificada con los valores que pretendemos promover desde el festival. El Serrana Cuir quiere ofrecer un espacio de encuentro, celebración, diálogo y reflexión sobre la diversidad sexual, afectiva y de género en entornos rurales.
Apostamos por Chelva como lugar de acogida del festival Serrana Cuir principalmente porque es el pueblo donde algunas de nosotras vivimos o trabajamos, y porque, en primeras conversaciones con amigas chelvanas, sabíamos que podríamos contar con el apoyo del ayuntamiento y del pueblo, en general. Por otro lado, sabíamos que Chelva sería el escenario ideal por su belleza: un entorno natural, sociocultural y político inigualable para acoger este tipo de actividades, con varias organizaciones afines y amigas que también trabajan con un enfoque de sostenibilidad, fomento de la igualdad y la justicia social en el pueblo.
Además del festival, que tuvo lugar el segundo fin de semana de junio, organizamos otras actividades a lo largo del año. Participamos en algunos programas de radio y revistas, así como en acontecimientos de colectivos afines, como la Feria Feminista o el cumpleaños del CSOA l'Horta. También presentamos el festival en la plaza Mayor de Chelva con una charla y un taller para la chavalería.
Primera edición: balance y aprendizajes
El Serrana Cuir tuvo una gran acogida en la comarca y en el pueblo, pero también contamos con muchas personas de otros territorios de fuera del País Valencià y un gran número de personas venidas de València. Nuestro objetivo en esta primera edición era dar forma a una propuesta tan ambiciosa como un festival autogestionado no urbano, un «orgullo rural» que, de alguna manera, representara también la propuesta cultural del pueblo, más allá de las acciones concretas del mes del Orgullo.
En nuestro caso, contábamos con el apoyo total del Ayuntamiento de Chelva y algunos colectivos del pueblo y la comarca. Por ejemplo, las mujeres tejedoras se encargaron de engalanar todo el pueblo con banderines del Orgullo. También tuvimos la colaboración de tiendas y bares locales, que nos apoyaron con la comunicación, publicidad o cediendo espacios. Una asociación de productoras agroecológicas locales que pertenecen a la SPG Ecollaures, así como a otras iniciativas vinculadas a este sistema de garantía participativa, produjeron la mayor parte de las verduras que utilizamos al festival: productos locales, de temporada y soberanos. Esta era una de nuestras líneas rojas: defender, en lo posible, la soberanía alimentaria y trabajar con productoras y tiendas de la Serranía.
En cuanto al apoyo económico, SerranaCuir ha sido siempre una experiencia autogestionada que ha contado principalmente con el apoyo solidario de las Amiguis y Reinonis Serrana, las diversas formas que planteamos para apoyar la autogestión del festival. Esta campaña de mecenazgo colectivo fue un éxito, aunque los gastos que había que cubrir, al final, también eran muchos. Además, contamos con el merchandising chulísimo y los ingresos propios del festival principalmente a través de la barra. El Ayuntamiento de Chelva asumió algunos gastos de infraestructura, y el pueblo nos ha dejado todo el material que usan las cuadrillas festeras cada año. Chelva ha abierto las puertas al festival y sus calles, plazas y lugares más representativos han sido parte de dos días inolvidables en la Serranía.
El Serrana Cuir se planteó como un festival de dos días, donde cupo todo tipo de actividades para todos los públicos. Para nosotros es muy importante que el festival llegue y conmueva a la mayor cantidad posible de personas, por eso intentamos organizar un gran abanico de actividades adaptadas a toda clase de público.
Lazos con el pueblo y momentos especiales
El festival ha sido un espacio donde empezar a tejer redes con colectivos LGTBIQ+ alrededor de la comarca de la Serranía, pero también más allá, en otros territorios del País Valencià y zonas próximas. De hecho, el noviembre pasado, organizamos un aplec (encuentro) con colectivas LGTBIQ+ rurales del País Valencià y de territorios próximos, con el fin de conocernos en persona, juntarnos, celebrarnos y compartir nuestras líneas de trabajo, con la idea de poder colaborar más adelante. El primer Encuentro de Iniciativas Cuirs Rurales fue un espacio mágico, con mucha conexión desde el principio entre todes. Además, el Encuentro ha sido una herramienta para romper con la idea de hostilidad del mundo rural hacia los colectivos LGTBIQ+, ya que en Chelva han sido muchas las personas y los colectivos que se han implicado en el proceso.
Echando la vista atrás, organizar y hacer posible la primera edición del Serrana Cuir ha sido un viaje que recordaremos para siempre. Un proceso con muchas, muchas risas, pero también con lagrimitas de vez en cuando. Personitas voluntarias que han tenido que hacer de gestoras culturales, de camareras, de técnicas de luz, de comunicadoras e influencers, de gestoras de conflictos y dinamizadoras de saraos. Desde dentro ha sido muy, muy intenso, pero las palabras de amor y cariño durante y después del festival nos dejan con el corazón lleno y con muchas energías para continuar. También con muchos aprendizajes y cosas por mejorar.
Ahora podemos decirlo: es posible crear espacios amables, que vivan orgullosamente la ruralidad y la diversidad y que bailen desde el folclore, cuidando los saberes populares y fusionándolos con nuevos ritmos y brilli-brilli. Además, podemos decir que es posible hacerlo de manera autogestionada, acompañadas y abrazadas por tantas colectivas y amiguis que nos hacen fuertes, que nos apoyan y que entienden y abrazan SerranaCuir como una propuesta de ternura política. ¿Nos vemos en la segunda edición? 😉
La Gavella Col·lectiva Autogestionada