Cooperativa GERMINANDO
En este artículo, reflexionamos sobre el abordaje del discurso de la economía feminista a partir de una herramienta desarrollada a través de la experiencia de la cooperativa Germinando, formada por un equipo de mujeres con doce años de trayectoria profesional.
El equipo de Germinando en la tienda de Lavapiés, Madrid. Foto: Germinando
El timón de la empresa sostenible. Autoras: Paula Ortiz y Julia del Valle
QUIÉNES SOMOS, DE DÓNDE VENIMOS, A DÓNDE VAMOS
Germinando nace a finales de 2006 impulsada por tres mujeres y centrada en el ámbito de la agroecología. Cuatro años más tarde se forma una cooperativa, que en la actualidad cuenta con seis socias y siete trabajadoras, aunque esta última cifra depende de los proyectos en desarrollo.
Actualmente, Germinando tiene seis áreas de trabajo: formación, agroecología y territorio, huertos educativos y desarrollo comunitario, jardinería y huertos ecológicos y emprendimiento agroecológico. Además, otra de las patas importantes es la tienda de materiales para el cultivo hortícola en el barrio madrileño de Lavapiés, donde también está situada la oficina.
Nuestras motivaciones:
Generar nuestro propio proyecto empresarial para desarrollarnos profesionalmente al margen de las lógicas que impone el gran capital.
Poner en marcha proyectos que contribuyan a generar otro modelo de sociedad.
Cuidarnos en el proceso de trabajo y tener tiempo para cuidar nuestro entorno y a otras personas que dependen de nosotras.
Disfrutar en el proceso de nuestra actividad profesional. Ser capaces de crearnos «una vida que merezca ser vivida».
El ADN de nuestra entidad incluye la corresponsabilidad entre la empresa y las personas, en parte debido a que algunas de nosotras provenimos de movimientos sociales. La elección de la figura de cooperativa está ligada a nuestra sintonía y respeto por los valores del trabajo cooperativo, expuestos en la carta de principios de la economía solidaria promovida por Red de Economía Social y Solidaria (REAS).
Poner la vida en el centro, vivir una vida que merezca ser vivida... Son lemas poderosos y complejos que no solo hay que repetir en nuestros discursos, sino hacerlos aterrizar en la práctica diaria de las entidades. ¿Están las empresas de la economía social preparadas para asumir la propuesta de la economía feminista?
Poner la vida en el centro, vivir una vida que merezca ser vivida... Son lemas poderosos y complejos que no solo hay que repetir en nuestros discursos, sino hacerlos aterrizar en la práctica diaria de las entidades. ¿Están las empresas de la economía social preparadas para asumir la propuesta de la economía feminista?
UNA HERRAMIENTA PARA LA ECONOMÍA FEMINISTA
En el marco del Posgrado de gestión y creación de empresas de economía social de la UCM, coordinado por REAS, hemos creado una herramienta que, basada en nuestra experiencia, pueda servir a otras entidades para evaluar o replantear su estructura con el fin de incorporar de manera transversal la teoría de los cuidados y hacer realidad el discurso de la economía feminista.
El Timón de la Empresa Sostenible lo concebimos como una imagen gráfica que permite visualizar los distintos ámbitos que hay que tener en cuenta para integrar la teoría de los cuidados en un proyecto. Representa la gobernabilidad colectiva de nuestra «nave», una gobernabilidad horizontal que lleva la empresa por el camino de la sostenibilidad ambiental, social y económica.
El timón se organiza de dentro afuera en tres círculos. Su gama cromática representa las partes que sostienen la empresa y que hay que tener en cuenta para navegar. Los colores primarios del círculo interno representan los ámbitos fundamentales: rojo (estructura), amarillo (equipo profesional) y azul (personal). Al tratarse de ámbitos dependientes entre sí están interconectados, por tanto, entre ellos aparecen nuevos colores secundarios como el morado (cuando se encuentran lo estructural y lo personal), el verde (entre lo personal y el equipo profesional) y el naranja (entre el equipo profesional y lo estructural). El círculo medio define los temas que cada ámbito tiene en cuenta y en el externo se muestran las herramientas o protocolos que empleamos para aplicar cada uno de estos temas.
ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
El timón lo concebimos para planificar y organizar la gestión empresarial pero también como una herramienta para evaluar los momentos en los que se encuentran los proyectos y tener una visión global y con perspectiva. Una de las enseñanzas es que cuando no se tiende hacia el equilibrio entre los tres ámbitos descritos, algunos se potencian por inercia (la productividad y el crecimiento económico) y otros pierden importancia.
En nuestro caso, ocurrió un ejemplo muy claro de desequilibrio cuando tres de las cuatro socias estuvieron de baja por maternidad a la vez. Esto hizo que durante un año y medio la cooperativa estuviera inclinada hacia el lado de lo personal, para lo cual previmos y temporalizamos la contratación de las personas que nos iban a sustituir, priorizamos tareas, etc. Cuando pasó la ola, nos pusimos a trabajar para compensar el resto de los ámbitos, porque claramente se habían visto afectados. Trabajamos en fortalecer la estructura empresarial profesionalizando la administración y la comunicación, y, entre otras medidas, apostamos por la formación técnica del equipo profesional. También advertimos otras consecuencias de este desequilibrio, como cambios de papeles y rangos en el equipo que con el tiempo hemos valorado positivamente.
En la infografía pueden verse algunos ejemplos de estas herramientas, pero hemos considerado oportuno comentar algunas de ellas a modo de ejemplo:
La planificación a medio-largo plazo. Trabajamos en la definición de objetivos cada dos años, lo que nos ayuda a planificar el trabajo visualizando los intereses personales y, a la vez, la planificación económico-financiera. Todas participamos en la recogida de información y propuesta de objetivos que nutren los plenarios y permiten tomar las decisiones estratégicas. Cada seis meses evaluamos y planificamos el trabajo para lo que tenemos en cuenta nuestras necesidades personales, flexibilizando la jornada y facilitando el teletrabajo cuando es posible.
Gestión de las relaciones personales. Las trabajamos de manera directa mediante rondas personales en las asambleas y realizando sesiones con una terapeuta especializada en gestión de equipos, con la que trabajamos cuestiones como papeles y rangos, límites y gestión del estrés. Gracias a esto hemos crecido como equipo y sin este apoyo probablemente Germinando no habría llegado hasta hoy. Además, dos veces al año nos encontramos todas las personas del equipo con el fin de favorecer la cohesión y trabajar juntas algún aspecto relevante en ese momento.
El manual de funcionamiento. Todo lo relacionado con condiciones de trabajo y organización interna está recogido en un documento del que estamos muy orgullosas, el «Manual de uso». Aquí vamos incorporando todas las cuestiones relevantes acerca de nuestra visión y misión, forma de funcionar, así como protocolos para el abordaje de los conflictos o de comunicación interna.
Retomar el espacio público. Como madres y emprendedoras, seguir participando en los movimientos sociales ha requerido una decisión clara y consciente, que se ha visto facilitada en el ámbito empresarial con la posibilidad de computar una parte de estas horas como tiempo de nuestra jornada.
Por último, nos gustaría señalar algo obvio pero que con frecuencia no se aborda en las entidades de economía social: situar los cuidados en el centro implica asumir que todas las personas que formamos parte de las entidades tenemos que cuidar y cuidarnos. Este es un buen comienzo para repensar y replantear, más allá de las lógicas del sistema patriarcal, la manera en que organizamos nuestras empresas.
En conclusión, necesitamos hacer economía de otra forma; necesitamos, urgentemente, una economía feminista práctica.